Lo más normal es que sea Nacho Navarro quien entre en a las nuestras nuestras por programas de televisión, de radio o por los podcasts para mostrarnos que hay otros mundos diferentes a los que estamos acostumbrados a ver. Mundos alternativos en los que reina el misterio y que nos hacen contener la respiración en muchas ocasiones. Sobre todo, cuando escuchas sus podcasts de madrugada, en la cama, y con el silencio de la noche. Pero en esta ocasión, no es Nacho Navarro quien penetra en nuestras casas. Somos nosotros los que nos metemos hasta la cocina de la casa...