Son las 17:00 de la tarde, y en casa de Alberto Fatas, más conocido en redes como Alfavi, entra una cálida luz otoñal que inunda el salón. Alberto, funcionario del Ayuntamiento de Zaragoza, y una de las personas que más saben de moda en nuestra ciudad, vive en una casa que es como él: Una casa discreta, elegante y llena de detalles que te van sorprendiendo conforme la vas conociendo.
La casa es ecléctica, con los tonos naturales como grandes protagonistas, y con una decoración que mezcla el estilo nórdico y el industrial, con toques dorados, o estampados en los cojines. Alberto la ha ido amueblando poco a poco y sin prisa para convertirla en ”una casa cómoda y funcional en la que sentirse a gusto, para no estar pendiente de si aquí me puedo sentar o no”, y con ciertos toquecillos retros con los que hacerla más personal si cabe.
Una casa como él: un poco caótica y sin estilo definido
Cuando le pedimos que defina su hogar, Alfavi la define como “Una casa que es muy yo, muy ecléctico todo. Es como mi estilo de ropa, me gusta mezclar, tan pronto voy muy neutro como me pongo 80 cosas. Pues así es la decoración de mi casa, un poco caótica, y mezclando cosas muy diferentes”.
Realmente, y pese a estas palabras de Alberto, su casa no es nada caótica. Al contrario, es una casa muy acogedora en la que todo tiene sentido y en la que no queda nada al azar. En ella, predominan las maderas naturales, los tonos camel en elementos como el sofá, y los objetos de su familia en dorado o en bronce. Porque además de los muebles y de la deco más moderna, la casa está salpicada de detalles vintage, comprados, o heredados de su abuelo. Y eso es precisamente lo que le da personalidad a la vivienda.
Piezas vintage
En la conversación en torno a un café en unas preciosas tazas de porcelana, Alberto hace una completa declaración de intenciones: “Me encanta el mundo anticuario, el rebuscar por sitios, mercadillos, anticuarios, y entrar en casa de mi abuelo era eso, una casa llena de cosas que merecía la pena conservar”. De hecho, gran parte de las piezas vintage que hay en su casa, vienen de su abuelo, Pascual Villafranca. Entre ellas, destacan un precioso filtro de cerámica, que Alberto había visto toda la vida en casa de su abuelo y que funcionó hasta los años 80, un precioso cofre de metal, o unas reproducciones de obras de Broto y Saura firmadas por estos dos artistas aragoneses.
El dormitorio: un remanso de paz
El dormitorio sigue el hilo argumental y decorativo del resto de la vivienda, aunque quizás, con mayor luminosidad si cabe. El blanco es el protagonista claro de esta estancia, en combinación con los toques del siempre sofisticado dorado que le aportan el espectacular espejo sol que hay sobre la cama, las lámparas de las mesillas, o las preciosas golondrinas espejo que hay situadas sobre la cómoda blanca. Elementos que ayudan a crear una atmósfera calmada y de relax, ideal para conciliar el sueño, o para despertarse plácidamente los fines de semana.
Su pieza favorita
Entre los muebles y los objetos de su casa, hay una que brilla por encima de todas para Alberto (y nunca mejor dicho): un espléndido espejo sol que compró en un mercadillo. Fue lo primero que adquirió al poco de comprar la casa, y luego, fue añadiendo el resto de espejos y de objetos hasta conformar esa atmósfera acogedora y agradable que podemos ver hoy.
En la casa también podemos ver otras piezas destacables, como una lámpara que compró en Mú Restauración y que fue amor a primera vista, una lámina de la artista aragonesa Belén Segarra, o un llamativo escarabajo también de Mú.
Sus rincones favoritos
Ante la pregunta de cuál es el rincón favorito de su casa Alberto Fatás lo tiene claro: son dos, realmente, los rincones en los que pasa horas muertas. Y ambos están en el salón. El primero, es el sofá. Un mueble que le da vida, porque en sus propias palabras, es ‘muy de sofá’.
El segundo lugar en el que más horas pasa, es la mesa para coser que tiene situada junto a la ventana. Allí, Alberto desarrolla su gran pasión: la moda. Porque aunque nuestro protagonista de hoy es funcionario municipal, se le iluminan los ojos cuando habla de moda. Y esa pasión, y esos conocimientos acumulados durante años, afloran durante la conversación en la que fluyen nombres como Kenzo, Gaultier, las tendencias en moda o la elegancia sutil de las culturas orientales.
Realmente, Alberto nunca se ha dedicado profesionalmente a la moda (esperemos que en el futuro dé el paso), pero siempre ha estado muy unido a este sector. Mientras tomamos un café en su casa, Alberto nos explica que “por el hecho de que mi mejor amigo desde la infancia sea Antonio Burillo, de la firma The 2nd Skin Co, siempre he estado muy vinculado a la moda. Desde que Antonio comenzara a los 11 años en la academia de Nacho Latorre, nos enseñaba siempre sus diseños, lo que dibujaba, lo que cosía, o nos juntábamos los domingos por la tarde a leer el Vogue”.
Eso marca e imprime carácter y pasión por la moda. De hecho, su cuenta de Instagram nació para dar un poco de visibilidad a una moda diferente para el hombre, una moda sin género, sin clasificar… “Siempre había tenido la inquietud de crear mis cosas. En su día me regalaron una máquina de coser. Y hace un par de años, de manera autodidacta, empecé a diseñar y coser”.
Una afición que le llena y que se convirtió en su válvula de escape durante la pandemia. Durante el confinamiento, y gracias a la moda, “he aprendido a vivir la soledad de una manera tranquila, porque yo antes no era capaz de estar en casa una tarde sin salir, y durante la pandemia le encontré el gusto. Cosiendo me podía pegar horas y horas. Plasmar en la tela las ideas que llevaba en la cabeza me daba paz interior”.
Ahora, muchos de sus diseños pueden verse en su cuenta de Instagram, bajo la etiqueta #byalfavi, aunque de momento, no tiene intención de dar el salto y profesionalizar su trabajo. Realmente, diseña y crea para él mismo, para sentirse feliz y desarrollar una parte de su personalidad que crece día a día.
Alberto, muchísimas gracias por recibirnos en tu casa, y
permitir conocerte un poquito más. Te dejamos estas piezas que nos encantan para ti.