Ayer por la tarde el mundo se paralizó al conocer la noticia del fallecimiento de Isabel II a los 96 años de edad, la reina de Inglaterra durante 70 años. A las 18.30 hora local, se comunicaba que la monarca había muerto en su residencia vacacional de Balmoral (Escocia) donde se encontraba guardando reposo por prescripción médica. Desde ayer por la tarde, Inglaterra cuenta con nuevo rey, Carlos III, primogénito de Isabel, y su mujer Camila como reina consorte.
En la mañana del jueves saltaron todas las alarmas con el comunicado médico que lanzaba el Palacio de Buckingham informando que los médicos personales de la reina estaban preocupados por su salud. Inmediatamente, los miembros de la casa real empezaron a viajar a Balmoral, donde se encontraba Isabel, y la BBC, la cadena pública británica, modificaba toda su programación e, incluso, sus presentadores y reporteros cambiaron su vestimenta por trajes negros.
Fue a las 18.30 cuando se comunicó oficialmente el fallecimiento de la monarca. Poco más se sabe, solo que sus hijos Carlos y Ana se encontraban en el palacio escocés acompañándola en sus últimos momentos.
Isabel II ha reinado durante 70 años, de hecho en abril se celebró su Jubileo Platino. Durante este periodo ha visto pasar a 15 primeros ministros británicos, el último el pasado martes cuando la recién elegida Liz Truss tuvo su primera audiencia y recibió el encargo formal de la reina de formar gobierno, y a cinco Papas.
Durante su reinado, su premisa siempre fue la corona por encima de todo, incluso por encima de ella misma. Supo sortear como nadie el escándalo y mantener un perfil que la convirtió en todo un estandarte británico para todos sus ciudadanos.
Pero no solo era querida por el pueblo británico. La reina de Inglaterra ha sido todo un icono dentro de la cultura pop. Sus coloridos trajes siempre a juego, sus bolsos e incluso sus famosos corgi la convirtieron en todo un símbolo. Tanto es así, que la serie ‘The Crown’, serie que repasa sus 70 años de reinado, ha parado el rodaje de su nueva temporada en señal de respeto a su personaje principal por excelencia.
En el recuerdo de todos permanece también la aparición de su majestad en un sketch de los juegos olímpicos de Londres en 2012. También su pasión por los perros, en concreto por los de la raza corgi, de hecho se le pudo ver en diversas ocasiones y viajes rodeada de ellos. Así como su amor por los caballos y los coches; llegó a estudiar mecánica, le encantaba conducir en su ámbito privado y fue conductora y mecánica para el Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres durante la Segunda Guerra Mundial.
También era conocido que le gustaba tomar ginebra como a su madre, de hecho se decía que Isabel Bowes Lyon, madre de la monarca, se “conservaba en ginebra”. Tanto es así, que desde hace más de dos años se comercializa su propia marca de esta bebida alcohólica. Sin embargo, en 2021, los médicos le recomendaron que dejara de lado estas bebidas por su salud. Se llegó a confirmar que su comida favorita era la hora del té y que tomaba cada tarde, puntualmente, una taza de Earl Grey, acompañada habitualmente de un trozo de tarta de chocolate.
Isabel II siempre tuvo un gran sentido del deber. Su verdadero gran legado es haberse mantenido intacta en el trono mientras todo a su alrededor cambiaba a un ritmo vertiginoso, haber demostrado que algo como la monarquía, una institución que parece destinada a caer en el olvido por obsoleta, puede sobrevivir y adaptarse a situaciones nuevas y altamente complejas.
*Imagen vía BBC