Carlos nos recibe en la calle Sta. Joaquina de Vedruna, 2. En la puerta, el rótulo original del negocio familiar, que regenta desde los 90 con su hermano Fernando: Mantequerías Sanz.
Lo que empezó en el 52 como un ultramarinos creado por su abuelo, se ha convertido en un referente de la gastronomía gourmet en Zaragoza. Poco a poco, los productos de limpieza fueron dejando paso a lo más selecto de la gastronomía, que fue ganando importancia hasta convertirse en la única protagonista del local. Su filosofía: ofrecer lo que no ofrece nadie, siempre enfocados en la producción pequeña, local, de gran calidad y de temporada. En Navidad traen hasta 150 tipos de turrones diferentes.
Y es que entre sus estanterías llenas de botes de mermelada, magdalenas y botellas de vino, seguro que encuentras lo que andabas buscando. Y si no… te lo consiguen. Que si embutidos de Sicilia, que si jarabe de arce canadiense, que si caviar ruso… Pero los productos predilectos de Carlos vienen de mucho más cerca. Entre sus favoritos, el queso Hacienda Guijoso, que nos recomienda degustar con un buen Ribera del Duero. ¡Combo perfecto! Y, para rematar, unos Moscovitas de Oviedo.
Entra una clienta. “¿Cuál es la cerveza más normal que tienes?” Una pregunta poco habitual en una tienda donde se viene en busca de la singularidad. Carlos nos cuenta que viene mucha gente del barrio, mayor, pero también gente más joven y de otras partes de Zaragoza, muchos en busca de un producto concreto.
Carlos abre una nevera y saca una cajita blanca. “Esto es pastel ruso de Alfaro. Al padre del rey emérito, Juan de Borbón, le gustaba tanto que cada semana mandaba a su chófer al pueblo para que le trajera uno. Pero la producción entonces era escasa y más de una vez el pobre hombre se volvió con las manos vacías. Ahora se elabora en mayores cantidades y es uno de nuestros productos habituales”.
Abrimos un nuevo melón: internet y las redes sociales. La pandemia como punto de inflexión. Aunque Mantequerías Sanz ya hacía envíos a domicilio desde hace años, su presencia en web, redes y plataformas ha sido clave para mantenerse en estos tiempos. Mientras los restaurantes permanecían cerrados, la clientela acudía en busca de productos gourmet para darse el gusto en casa.
Sin duda, Mantequerías Sanz es una visita obligada para todos los amantes del buen comer. Si te hemos dado hambre, échale un ojo a nuestra selección de productos.