Hay personas que cuando hablas con ellas tienen un algo especial. Personas llenas de vitalidad y con una sensibilidad especial que te transmiten energía y un je ne sais quois que te hacen vibrar cuando hablas con ellas. Y eso es lo que sucede cuando hablas con Jesana Motilva. Ella es diseñadora gráfica e ilustradora y su casa es muy ella: fresca, moderna, y llena de color.
Jesana nos recibe con su amplia y contagiosa sonrisa en la casa que comparte junto a su pareja, el también diseñador gráfico Iván de Ramos, un jueves a medio día. El recibidor, pintado completamente por ella, ya nos anticipa lo que vamos a encontrar en la vivienda: una casa diferente y llena de arte, que plasma muy bien la personalidad de sus propietarios.
“Estamos aquí desde hace 5 años. Fue la primera casa que vimos, estaba sin muebles, y tuvimos que amueblarla sobre la marcha. Y aunque se veía un piso muy viejo y oscuro, la verdad es que me encantó desde el primer momento. Yo siempre he querido vivir en una casa así, porque me gustan los pisos viejos. Mi abuelo era escayolista, y al ver esas molduras en los techos, la verdad es que me encantó”, explica Jesana. “Aún así, vimos muchos más pisos, algunos nuevos… pero este piso tiene alma, me pareció que encajaba en esta casa”, continúa mientras vamos camino del salón atravesando un largo pasillo lleno de ilustraciones.
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Un tejado de aire francés, protagonista del salón
En el salón destaca el gran ventanal tras el que se ve un precioso tejado de aires parisinos que enmarca la escena y que sin duda se convierte en uno de los grandes atractivos de esta casa. Realmente, este tejado rojizo, visible desde el salón, o desde el balcón del dormitorio, te traslada hasta otra ciudad sin tener que salir de Zaragoza.
El salón de la casa es sencillo, una mezcla de objetos y de los gustos tanto de Jesana como de Iván. Entre las líneas rectas del sofá y del mueble de televisión, o junto a las abundantes plantas que dan el toque verde, destaca un rincón con una estantería que acumula libros, objetos deco y recuerdos que provienen de viajes, regalos, y de sus propias profesiones. “Yo soy muy de guardar todo, hay libros de cocina o de diseño que utilizamos formando composiciones para dar vida al mueble. También hay libros de moda, porque es la carrera que estudié, vinilos de mi tío, cartelitos de Berlín, cosas de viajes… También hay muchas cosas de nuestra boda, como los carteles hechos con lettering, o una hucha de cerámica sin apertura para que no se pueda gastar lo ahorrado que es obra de mi amiga Erica con C” explica Jesana.
Sobre la hucha, y sobre la presencia de objetos que eran de sus abuelos, o ilustraciones de amigas, como Erica, por toda la casa, Jesana explica: “Creo mucho en la energía de las personas, y por eso intento que en cada habitación haya algo de la gente a la que le tengo cariño, es algo muy importante para mí”.
En el salón también destacan las flores preservadas de Lucía Be, o una casita de madera situada en un rincón junto al gran ventanal, “con muchos muñequitos, porque a Iván le gustan mucho. La ves muy desordenada porque cuando vienen los sobris, juegan con ellos”, sonríe Jesana.
Sus obras también son una constante por toda la casa: “Mis ilustraciones están por todas partes. Esta que hay sobre la mesa de comedor me gusta mucho, porque cada vez que la miras, según cómo estés tú, le cambia la expresión facial. Dependiendo de si estás enfadada, o feliz, la veo de una forma o de otra”.
El dormitorio, en clave rosa
“El dormitorio es más grande que el salón, pero a mí la verdad es que me gusta así. En el dormitorio, y en toda la casa en general, intentamos no recargar de mitad de pared para arriba. Nuestra casa anterior estaba muy recargada, y aquí decidimos hacer un esfuerzo para evitarlo, porque yo soy bastante barroca, pero Iván es más minimalista”.
En el dormitorio, además del balcón que da al tejado rojo de la casa de enfrente, destaca la pared pintada en rosa que hace las veces de cabecero. La habitación es súper luminosa, y con una deco muy sencilla “Ni siquiera he puesto cuadros, salvo estos que están en el suelo. Quiero que el dormitorio sea muy sencillo, un espacio para relajarse y descansar. Iván eligió su mesilla, yo la mía, somos dos personas que somos diseñadores, con ideas muy claras, y en la mesilla cada uno eligió el estilo que le gustaba. Aún faltan muchas cosas, como una alfombra grande, una hamaca para cuando abro el balcón… pero poco a poco”.
Sobre la consola presidida por un espejo de diseño nórdico, hay piezas como una cerámica de Erica con forma de cactus para dejar los anillos, un jarrón azul que era de su abuelo que es pura fantasía, una ilustración enmarcada en la que aparecen Iván y la propia Jesana… En la silla que hay junto a la consola, vemos un pequeño cojín con forma de piña que les regaló Bodas de Cuento, la empresa que les organizó su boda.
Tras visitar el dormitorio, recorremos el largo pasillo camino del estudio de Jesana. El pasillo es como una pequeña galería de arte, al estar lleno de ilustraciones agrupadas haciendo composiciones. Hay muchas ilustraciones de la propia Jesana, (algunas con marcos que eran de su familia), obras de Erica con C, de Ó! Galeria de Oporto... Antes de llegar al estudio, pasamos de nuevo por el recibidor, pintado por Jesana en tonos verdes, rosas o mostaza.
“Esta zona de la casa era muy oscura, queríamos cambiar el ambiente, que fuera un espacio más luminoso. Darle un poco de alegría y de vida. Por eso, además de pintar y darle color, pusimos el espejo para dar algo más de amplitud, compramos esas lámparas que instaló Iván…”
El estudio, epicentro de la creación de Jesana
Tras el recibidor, llegamos al estudio, el lugar en el que Jesana trabaja y deja volar su creatividad. Las paredes están repletas de creaciones suyas. Además de las obras que esta ilustradora crea por encargo para parejas, o para hacer un regalo, y que vende a través de su propia web, Jesana también vende ilustraciones en Shuave Shop, una tienda del Casco Histórico de Zaragoza que es ya un icono en nuestra ciudad: “Ángel, de Shuave, fue una de las primeras personas que creyó en mí en Zaragoza. En esta tienda pinté mi primer escaparate, hice allí un par de exposiciones, incluso me presentó a mi marido…”
En el estudio, Jesana nos enseña algunos de los trabajos que realiza para clientes como Sommes Demodé: “Con Julia, de Sommes, trabajo mucho. Pinto sus escaparates, y bueno, tenemos una relación fantástica. Ahora por primera vez, hemos pintado un escaparate de primavera, que es algo que nunca habíamos hecho”.
Entre los clientes de Jesana, en la conversación surgen nombres de agencias como Mintakeller, El Señor Wom y Bam Bam Comunicación, o empresas como Voga Estilitas, Oliver y Goretti, Afiris Asesoría, o Esciencia, “además de trabajos que realizo para particulares, o para clientes pequeños. La verdad es que estoy contenta, porque no paro”.
De vuelta al salón, y mientras tomamos un tentempié mirando a los tejados rojizos que te hacen sentir que estás en una ciudad francesa, Jesana nos explica que aunque es ilustradora y diseñadora gráfica, ella estudió diseño de moda “Incluso hice dos desfiles de diseñadores jóvenes aragoneses, pero la verdad es que me desenamoré un poco de la moda, y me enamoré de la ilustración, que es la que ha marcado mi vida. Yo de jovencita, cuando iba a la playa con mis padres, prefería quedarme sola escuchando música y dibujando con mi cuaderno en lugar de salir”.
“En todos mis trabajos, y han sido muchos, siempre he acabado diseñando, dibujando… Soy muy creativa, muy perfeccionista, muy barroca. Soy de más es más, aunque en casa me estoy controlando mucho. De hecho, en esta casa, controlar ese barroquismo fue un objetivo, porque además Iván es muy minimalista”.
Entre sus próximos proyectos, en la conversación surge un cuento que está preparando con su madre, y una colección de ilustraciones infantiles que está trabajando ya con bocetos “Quiero especializarme en ilustración infantil, lanzar algo para niños, con ilustraciones que queden chulas en casa, y que se salgan algo de lo habitual”. Además, también está a punto de lanzar una colección de camisetas diseñadas por ella para una tienda de fuera de Zaragoza. Una experiencia, la de diseñar camisetas, que ya puso en marcha en Zaragoza de la mano de Sommes Demodé.
Los rincones, y los objetos preferidos de Jesana
Ante la pregunta de cuál es el rincón o los rincones de la casa en los que más horas pasa, Jesana lo tiene claro. El espacio en el que pasa más horas es el estudio. Pero si hablamos de lugares favoritos, en los que le gusta estar para desconectar, su lugar favorito es el sofá del salón “Cuando estoy sola, me gusta tumbarme en el sofá, y mirar el tejado de la casa de enfrente. Es como trasladarte a otra ciudad, viendo ese tejado de aires franceses”.
También le gusta mucho sentarse en el balconcito del dormitorio. “Me da mucha tranquilidad, coger un libro, y tomar el sol. Poco más me hace falta”.
Jesana, ¡muchísimas gracias por abrirnos la puerta de tu casa!.