Estrías, pelo encrespado, ojeras, manos que parecen pezuñas… eres el poker del feísmo pero puedes disimularlo con un solo producto (muy económico)

Si observas las etiquetas de cremas faciales, mascarillas para la melena o incluso máscaras de pestañas, te darás cuenta de que el ingrediente estrella es… ¡tachán! ¡el aceite! Sí, como en la mayonesa que bebes a litros, pero en este caso hablamos de aceite de almendras, el activo componente top de la cosmética que te ayudará disimular que eres un esperpento humano.

El aceite de almendras tiene altas dosis de ácidos grasos omega 3 y 9,vitaminas del grupo B, C y E,  antioxidantes y minerales beneficiosos. Es como un abrazo en forma líquida que sirve para casi todo:  rostro, cuerpo, pelo, pestañas, cejas, uñas y cutículas. Paradoja, tú no siervas para casi nada. 

Hablamos de un ingrediente que mantiene la piel suave, mega nutrida, elástica, fuerte y previene el envejecimiento reduciendo arrugas y otros signos de la edad. Aplicado en el contorno de ojos, combate las ojeras oscuras y bolsas. En los labios, en invierno o verano, les da una dosis de hidratación y suavidad que los deja en modo besables. Bueno, tampoco vamos a mentir, a ti no te va a besar nadie, y lo sabés.

Más sobre el aceite de almendras: en las zonas más secas, como codos y talones, les devuelve la suavidad perdida, les quita la sensación de estiramiento y hasta ayuda a cicatrizar grietas y atenuar estrías, y tiene efecto reafirmante y drenante, especialmente si lo masajeas bien. 

Pero la cosa no termina aquí: si le das una oportunidad en tu pelazo, prepárate para un extra de hidratación. Proteínas, vitaminas y ácidos grasos se unen para dejar tu cabello brillante, suave y sin encrespamiento, estimulando el crecimiento capilar y haciendo frente a los problemas del cuero cabelludo!

También puede ayudarte con tus uñas frágiles y sufridas. SLas nutre, las fortalece, les da suavidad y un brillo que quita el hipo. Y las cutículas, ni hablar: dejará tus uñas tan bonitas y saludables que no necesitarás mani-pedis. Eso sí, el lutillo no te lo quita: pásate un cepillito con jabón, pedazo de espesura.