Manuel Espejo es uno de los grandes del interiorismo a nivel nacional. Desde muy pequeño, tuvo clara su pasión: Su familia proviene del mundo de la decoración y a él le gustaba jugar a cambiar los muebles de sitio y dibujar planos. Ahora vive un momento dulce en el plano profesional, con diez ediciones de Casa Decor a sus espaldas y a punto de cambiar su estudio del entorno del Palacio Real a uno de los barrios más bonitos de Madrid.
Hoy, hemos tenido la suerte de visitar su casa en Madrid. Y aunque nada más recibirnos nos dice que en ‘casa del herrero, cuchillo de palo’, nada más lejos de la realidad. Su casa es puro diseño, Manuel Espejo en estado puro, con un estilo que marca a la perfección la filosofía que caracteriza a este interiorista: un estilo sobrio, elegante sin pretensiones, ordenado y con mucha línea recta.
El piso tiene unos 100 metros cuadrados, y cuando Manuel y su pareja entraron a vivir allí, era un piso de nueva construcción. “La casa era nueva, pero hicimos obra para cambiar calidades. Como puedes ver, toda la casa es blanca… queríamos algo muy luminoso y juvenil. Antes de entrar, también bajamos los techos, y los pintamos en un gris oscuro para agrandar el espacio”, explica Manuel mientras comenzamos a recorrer la vivienda.
Un espacio multifuncional, epicentro de la casa
Cuando entras a la casa, lo primero que nos encontramos es el gran espacio en torno al que gira la vida de esta vivienda, conformado por el salón y la cocina. Ambos espacios están separados por un medio tabique en color gris que sirve para separar ambientes, sin quitar luminosidad ni visibilidad. La zona de estar tiene forma de cuadrado, para “poder reunir a un montón de gente”.
En la zona del salón “destaca este sofá de 2,50 metros en color gris que diseñé yo, en un terciopelo de pelo cortito y muy fresquito. Para dar el toque de color, pusimos muchos cojines lisos, estampados y en distintas tonalidades. La caja arquitectónica del salón era muy neutra, y entre estos cojines de colores, y la moqueta gris en el suelo, conseguimos romper ese ambiente uniforme. En esta zona también hay una chaise longue, dos sillas de madera y rejilla, un puf de color rojo, y una chaise longue”.
Justo enfrente del sofá, se sitúa la zona de comedor. Allí, nos encontramos con una mesa de metal y cristal lacada en gris, sobre la que hay unos jarrones y “unos renos de anticuario que compré hace mil años”.
Nuestra selección de productos para Manuel Espejo.
El arte, muy presente en la casa de Manuel Espejo
El rincón y su spiezas favoritas
En ese momento, surge la pregunta sobre cómo Manuel se metió en el mundo del interiorismo: “Yo vengo de una familia que tenía tiendas de muebles en Andalucía, y desde muy pequeño, mi diversión era ir a las tiendas a jugar, a mover muebles de sitio, dibujar planos… así que desde niño siempre he tenido muy claro que querían ser interiorista. Después, me vine a estudiar diseño y arquitectura interior en Iade, en Madrid, y de forma paralela, comencé a trabajar en distintos estudios como el de Juanjo Taboada. Para mí, fue mi súper maestro, aprendí muchísimo con él. Y aunque ya se jubiló, soy muy amigo de su hija”.
“Con el paso del tiempo, me independicé, y en el 2007 creé mi propio estudio. Y hasta ahora, que estoy súper ilusionado con ese momento de mi vida, porque además de que puedo diseñar con libertad, coincide que llevo diez ediciones participando en Casa Decor desde mi primera vez en 2013, o que voy a trasladar el estudio al barrio de Las Letras”.
Manuel, ¡muchas gracias por abrirnos las puertas de tu casa ¡Ha sido un placer verte, como siempre!
*Fotos: Paloma Pacheco / FHE. es