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Prólogo que te vas a saltar seguro te interesa: debate filosófico “cantidad y calidad”. Es mío, no está copiado de ninguna web.
“Cantidad” y “calidad” son categorías de la filosofía que reflejan importantes aspectos de la realidad objetiva. El mundo no consta de cosas preparadas y acabadas, sino que constituye un conjunto de procesos en los cuales las cosas se modifican constantemente, surgen y se destruyen. Pero de esto no se sigue que las cosas carezcan de determinada forma de existencia, que sean absolutamente inestables e indiferenciables entre sí (véase relativismo). Por más que cambie un objeto, hasta cierto tiempo sigue siendo precisamente este objeto, cualitativamente determinado, y no otro. La determinación cualitativa de los objetos y fenómenos es lo que los hace estables, lo que los delimita y lo que crea la diversidad infinita del mundo. La calidad es la determinación esencial del objeto, gracias a la cual el objeto es el objeto dado y no otro, se distingue de otros objetos. La calidad del objeto no se reduce a sus propiedades singulares. Se halla vinculada al objeto como un todo, lo abarca plenamente y es inseparable de él. Esta es la razón de que el concepto de calidad se enlace con el ser del objeto. El objeto, sin dejar de ser lo que es, no puede perder su calidad. Mas cada objeto se halla unido por miles de hilos a otros objetos, se encuentra con ellos en polifacéticas relaciones, constituye la unidad de lo singular, de lo particular y de lo universal. Aparte de determinación cualitativa, todos los objetos poseen también determinación cuantitativa: magnitud, número, extensión, ritmo en que los procesos transcurren, grado de desarrollo de las propiedades, etc. La cantidad es una determinación de la cosa gracias a la cual ésta puede dividirse (real o mentalmente) en partes homogéneas, y las partes se pueden reunir en una unidad. La homogeneidad (semejanza, parecido) de las partes u objetos constituye un rasgo distintivo de la cantidad. Las diferencias entre objetos no semejantes unos a otros tienen un carácter cualitativo; las diferencias entre objetos análogos, poseen un carácter cuantitativo. A diferencia de la calidad, la cantidad no se halla tan estrechamente ligada al ser del objeto. Las transformaciones cuantitativas no llevan de golpe al aniquilamiento o a la modificación esencial del objeto. Únicamente después de haber alcanzado un límite específico para cada objeto, los cambios cuantitativos dan origen a cambios cualitativos. En este sentido, las relaciones cuantitativas, a diferencia de las cualitativas, se caracterizan por la relación externa respecto a la naturaleza de los objetos. De ahí que en el proceso de la cognición (por ejemplo, en matemáticas) tales relaciones puedan ser separadas de su contenido como de algo indiferente para el caso. El que las teorías matemáticas puedan aplicarse en tan amplia medida en distintas esferas –por su contenido– de la ciencia natural y de la técnica, se explica por el hecho de que la matemática estudia las relaciones cuantitativas. La calidad no puede ser reducida a la cantidad, como intentan hacer los metafísicos. No existe un solo objeto que sólo posea un aspecto o cualitativo o cuantitativo. Cada objeto representa una unidad de determinada calidad y cantidad (Medida). El quebrantamiento de la medida provoca el cambio del objeto o del fenómeno dado, lo transforma en otro objeto o fenómeno (Transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos).
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