Tú no fuiste capaz de retener a tu ex, pero el ácido hialurónico sí es capaz de retener la hidratación de tu piel…

En el universo beauty, el ácido hialurónico se ha posicionado como imprescindible en las rutinas de cuidado de la piel. Este activo, presente de forma natural en nuestro cuerpo, destaca por retener la humedad, lo que lo convierte en un hidratante excepcional. Con los años, nuestro organismo disminuye su capacidad para sintetizarlo; aquí es donde entra en escena la cosmética, ofreciéndonos fórmulas con ácido hialurónico para aumentar el contenido de agua de la piel. Además de proporcionar una hidratación profunda, también contribuye a la elasticidad, firmeza y suavidad cutánea.

El ácido hialurónico es tremendamente versátil y pueden utilizarlo todo tipo de pieles. Es ideal para hidratar la pieles más grasas, ya que estas no necesitan aporte graso y, con el ácido, ayudamos a que esta conserve el agua. En el caso de pieles extremadamente secas, necesitarán añadir algún producto hidratante con lípidos y ceramidas. Incluso si tienes afecciones, como eczemas o rosácea, podrás disfrutar de los efectos positivos de este activo.

La versatilidad del ácido hialurónico permite combinarlo con otros productos y rutinas de cuidado sin problemas: Vitamina C, ácido glicólico o pantenol. Se puede incluir tanto en la rutina del día como en la de la noche. Lo ideal es aplicarlo antes de las cremas hidratantes que contienen ceramidas, el ácido hialurónico captará el agua y, con las cremas hidratantes como sello, encima conseguiremos que esta agua no se fugue. Resulta especialmente interesante por la mañana, después de la limpieza y tónico, para luego por la noche introducir otros ingredientes transformadores como el retinol.