Henry Flores Bertea es interiorista, vive en Madrid, y le encanta el color, la simetría y combinar piezas modernas con muebles y objetos deco antiguos. Hoy nos colamos en su casa, situada en el barrio de Salamanca.
De entrada: cuatro claves deco
- Define el estilo de tu casa. Es una casa llena de simetría, color y atrevimiento.
- ¿Lo mejor de tu casa? El salón, la comodidad y la sensación de hogar.
- ¿Tu color favorito para decorar? Blancos, negros, rojos y amarillos.
- ¿Qué piezas no entrarían nunca en tu casa? Los detalles étnicos, no les encuentro sentido en mi espacio. A veces también hay piezas modernas que nos les encuentro cabida en mi casa.
Una casa viva que ha ido evolucionando
Madrid, Barrio de Salamanca… Hoy visitamos la casa del interiorista Henry Flores, conocido en Instagram como @chrisflo44. Amenaza lluvia con unos negros nubarrones que amenazan con descargar con fuerza sobre la capital española, y aun así, la casa se muestra luminosa y confortable gracias al diseño de este interiorista que trabaja en Ikea desde hace cinco años, aunque su bagaje profesional relacionado con el mundo de la decoración viene de muy atrás.
Desde que entras en la vivienda, esta destila diseño y sofisticación gracias a una acertada combinación de piezas modernas con mobiliario vintage y objetos de anticuario. El blanco, el negro, los toques de color y las líneas geométricas van conformando la escena, casi teatral, del salón.
Henry, quien por cierto, también vivió en Zaragoza, lleva más de 15 años en esta casa. Una casa que ha ido evolucionando conforme lo hacía él mismo. “Al principio no le di a la casa el aporte personal, la parte inspiradora como interiorista. Cuando llegué aquí la mantenía muy minimalista, seguramente tenía que ver con el estado de ánimo de esa época de mi vida. Pero con el tiempo, la casa ha ido evolucionando conmigo, con mis experiencias y con las influencias que he ido captando a través del tiempo. En ese sentido, la casa se ha ido transformando conforme yo también me he ido transformando como interiorista”, explica Henry.
El actual diseño de la casa es un reflejo de su personalidad y de sus gustos, porque este interiorista tiene muy claro que la casa tiene que ser ese espacio en el que sentirse bien y que transmita paz. “Cuando estoy en casa, sé que la casa es lo que tengo en mi cabeza, soy yo, por el equilibrio que mantiene y por cómo está hecha. Este ambiente es lo que me da paz”, prosigue Flores, diplomado en diseño de interiores en la Universidad de Madrid, y en el CICE en Infoarquitectura 3D MAX y Vray.
Su trabajo se plasma y su forma de entender el interiorismo se plasma en la filosofía de la casa. “Todas las estancias tienen una conexión para que el cerebro no trabaje demasiado cuando cambio de espacio. Hay una continuidad en color en todas las habitaciones para que no exista ese golpe de separación y contraste entre ambiente y ambiente”.
Un salón con papel geométrico en blanco y negro
En el salón destaca sin duda el frontal con el papel pintado en blanco y negro de líneas geométricas, la chimenea y dos estanterías. Como todo en esta casa, el papel pintado tiene una fuente de inspiración muy particular. “Para elegir ese papel pintado me inspiré en un fotógrafo japonés que vi en una exposición en CaixaForum. Allí había una foto en blanco y negro en la que salía una pared de papel de arroz con láminas de madera muy finitas en negro, que suelen ser muy típicas de las casas japonesas. La trama que tenían las maderitas con la parte blanca es lo que me llamó la atención”, prosigue Henry. Y dicho y hecho, desde ese momento, y durante los dos meses siguientes, el interiorista estuvo buscando un papel pintado que le llevara al punto de inspiración que era esa fotografía.
A Henry le gusta la simetría. O más que gustarle, se podría decir que es una auténtica obsesión. Por eso, el salón está repleto de piezas parejas. Para empezar, las librerías que enmarcan el espacio central ocupado por la chimenea y el papel pintado. Aunque no lo parezca, ambas librerías son de Ikea. “A las estanterías Billy les he dado un toque de robustez poniendo un par de baldas para que no sea vean tan finas, y he enmarcado en negro las puertas para que combinaran con el papel pintado de la pared”.
En el centro, una chimenea de bioetanol, y sobre ella, la televisión. “La tele realmente no va ahí, es una solución provisional. Quiero ponerla
en un lateral sobre un trípode, y donde está la televisión, irá un espejo”, aclara Henry.
Junto a las estanterías, un par de sillones, fruto de esa obsesión por la simetría. “Tengo que reconocer que como interiorista soy muy simétrico, me gusta la simetría porque me da paz mental, no puedo ver algo sin simetría, es una lucha constante. Si hay un cojín con una raya a un lado del sofá, tiene que haber otro igual al otro, si pongo ahí una estantería, tiene que haber otra al lado, dos jarrones, dos butacas… Busco ese equilibrio con la simetría en todos los ambientes de la casa”, reconoce el interiorista.
El resto del mobiliario de la vivienda viene de la casa de su padre. “Cuando mi padre vendió su casa para volverse a Lima, me quedé mucho
de los muebles, porque estaba enamorado de esas piezas. Me traje la mesa del comedor, las sillas, la butaca con respaldo de mimbre, la mesilla del dormitorio…”
Con esas piezas antiguas se ha conseguido equilibrar el ambiente combinando mobiliario moderno con muebles con historia y con una conexión emocional. Además, hay muchos espejos, clásicos, pero también más modernos y con cuarterones en color blanco “por el aporte lumínico, por la amplitud que dan… Me gustan con formas ovaladas, geométricas… En el salón hay un espejo que lo encontré en un anticuario. Además, el espejo era también lámpara, porque por detrás tiene un casquillo y cables”. Los jarrones que hay sobre el secreter, y bajo el espejo, los compró cuando vivía en Zaragoza en un anticuario junto a la calle Alfonso I. “Han viajado siempre conmigo”, explica.
En las estanterías también hay libros antiguos que ha ido recopilando para realzar el mueble. “Mi idea es poner libros tanto en la parte superior, que ya están llenos, como en la parte inferior”.
El pasillo y el dormitorio
En muchas viviendas, el pasillo suele ser una zona de paso sin más. En esta casa, el recibidor y el breve pasillo están llenos de color y de diseño gracias a la combinación del blanco y el negro, molduras, fotografías o un mueble de Ikea que transformó por completo gracias a un vinilo adhesivo.
En una de las paredes del pasillo en dirección a la cocina también hay un toque de color. “Estuve en una exposición de Miró, y me vine a casa tan influenciado por lo que vi, que decidí pintar en esa pared colores como el amarillo y el azul y distintas figuras geométricas”.
Por su parte, el dormitorio es cálido y confortable. En el frontal, un papel pintado en verde con motivos botánicos hace las veces de cabecero, junto a dos marcos dorados. En las paredes también destaca una tabla con la Virgen que encontró en un anticuario, además de otros pequeños cuadros y espejitos. En esta estancia también podemos encontrar la mesilla que Henry se trajo de casa de su padre, sobre la que hay una lámpara globo.
El rincón y las piezas favoritas de Henry
De vuelta al salón tras acabar la tourné por su casa, llega el momento de preguntar a Henry por su rincón favorito. Y el interiorista lo tiene claro: ese espacio es el salón, “es el espacio más acogedor, en el que más tiempo paso en mis momentos de relax, pero también para trabajar, ya que sobre la mesa suelo tener el ordenador para trabajar”.
Respecto a las piezas que acompañarán siempre a Henry, destaca las antigüedades, “las piezas que conservo con más sentimiento, como el secreter del salón, la mesilla de la habitación, los jarrones que me acompañan desde que estoy viviendo en España, y los cuadros y fotografías. Las fotografías son de mi mejor amigo, Juan Pedro Pérez Pardo, un fotógrafo que ha expuesto en sitios como la Casa de América”.
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