Agosto, el mes de las vacaciones de verano por excelencia, llegó a su fin. Comienza el curso escolar, volvemos de las vacaciones… Septiembre se nos puede hacer bastante cuesta arriba si nos paramos a pensar en todo esto. Sin embargo, podemos evadirnos de la realidad con pequeños detalles que nos evocan a nuestra época vacacional, como por ejemplo, un vino blanco fresquito y refrescante que nos transporte directamente a nuestro chiringuito favorito.
¿Qué tiene que tener un vino blanco para considerarse una bebida de verano? Lo más importante tiene que ser fresco e, incluso, que case bien si le añadimos un hielo para darle un punto más de frío. Se trata de vinos jóvenes que buscan acercarse a las necesidades de estos momentos a partir de su gran riqueza aromática y suele dejar un regusto dulce en boca.
¿Quieres maridar tu bebida? Hazlo con una pasta, un arroz o con mariscos. Desde luego no se los ocurre nada más veraniego que disfrutar de nuestra bebida favorita con un buen arroz que le acompañen ricos mariscos y pescados de nuestra zona de veraneo predilecta. Será como si estuvieras en tu chiringuito de toda la vida. Te aseguramos que está es la receta definitiva para que no sufras depresión post vacacional al verte en tu casa y de vuelta al curro, por lo menos queda poco para que los peques vuelvan a la rutina y al cole, keep calm!
¿Cuál es tu vino blanco de verano?
*Precio según oferta del día de publicación.