Sí, amiguitos. La vuelta a la normalidad post-navideña es dura para todos.
¿Os recordáis pletóricos, alegres y energéticos? Nosotros tampoco.
Si os levantáis arrastrados cada mañana y por la noche reptáis hasta el lecho y en vez de dormiros
os desmayáis del agotamiento, este es vuestro post. Cómo recuperar la forma con tres consejos
y un producto que, de verdad, funciona.
Si estás cansado con regularidad, lo primero a lo que debes prestar atención es, lógicamente, a tu descanso. ¿Cuántas horas estás durmiendo? ¿De qué calidad es tu sueño? Estas son algunas preguntas fundamentales que pueden guiarte para encontrar la respuesta a tu sensación de fatiga o agotamiento.
Javier Albares, neurofisiólogo especializado en Trastornos del Sueño, señala a La Voz de la Salud que «la primera causa de somnolencia diurna no es ninguno de los 100 trastornos del sueño que existen. Es que la gente duerme menos de lo que necesita. La gran privación de sueño que existe en nuestra sociedad hace que, de media, un adulto duerma una hora menos de lo que necesitaría, y los adolescentes dos horas menos. «Que el sueño cumpla su función y que no nos sintamos cansados durante el día depende de tres factores: la cantidad, la profundidad y la continuidad del sueño (que haya o no haya despertares). Todo esto va a hacer que el sueño sea reparador y que luego, al día siguiente, nos encontremos bien» explica Albares.
Lo esencial es dormir las horas suficientes. Si apagar el despertador y salir de la cama nos resulta insoportable, no estamos descansando lo suficiente. Algunas claves para dormir mejor es hacerlo en habitaciones más bien frías, con las luces apagadas y sin mirar pantallas durante la noche. ¿Siesta sí o no? A gusto (y posibilidades) del consumidor, pero nunca de más de 20 minutos.
Una dieta sobrecargada de azúcar refinado puede ser culpable de nuestro cansancio. «Un gran problema es el consumo de azúcares simples, que lo que hacen es dar una sensación de saciedad inmediata, pero al cabo de un rato nos da un subidón de glucosa y esto hace que se produzca una cantidad de insulina importante para bajar el azúcar en sangre. Y si hay un pico de insulina, se entra en una leve hipoglucemia. Esto basta para que que nos encontremos un poco cansados y necesitemos comer. Sobre todo en niños, el tope de azúcar puede hacer que luego estén más cansados», explica la nutricionista Emma Enríquez a La Voz de la Salud.
Idem. para otros azúcares: los hidratos de carbono. Cuando los consumimos, el organismo los descompone en azúcar que puede utilizar para sus reacciones y procesos. Si la ingesta ha sido excesiva lleva al páncreas una señal para que produzca insulina y logre trasladar, por ese mecanismo, el azúcar a las células. Ese aumento brusco de los niveles de azúcar en sangre puede provocar una sensación de cansancio.
¿Otra clave para la dieta? El agua. La deshidratación trae consecuencias importantes para el rendimiento cognitivo y puede hacer que te sientas cansado: al hacer que la sangre se vuelva más espesa, la falta de agua hace que el corazón sea menos eficiente. Se disminuye la velocidad a la que el oxígeno y los nutrientes llegan a los músculos, órganos y el cerebro, lo que genera una sensación de cansancio, fatiga y adormecimiento. Bebe agua como primera opción, agua como segunda y agua en tercer lugar, evitando refrescos, zumos y cafés. De las bebidas energéticas mejor ni hablamos.
Mantener un estilo de vida activo no implica necesariamente hacer ejercicios de alta intensidad; basta con mantener un nivel moderado de actividad. Olvídate de coger el bus para un trayecto de tres paradas, pedazo de gandul. «En general, nos movemos muy poco, tanto respecto a la cantidad como a la forma, aleatoriedad y complejidad», señala La Voz de la Salud
El ejercicio reduce la fatiga, tanto entre personas sanas, como en aquellas que sufren de patologías como la fibromialgia, la artritis o hasta el cáncer. Incluso un aumento mínimo de la actividad física aporta beneficios, por lo que puedes incorporar la actividad en tu día a día sin necesidad de invertir mucho tiempo ni esfuerzo: camina, usa las escaleras, ordena armarios en casa o vete a mirar escaparates. Lo que sea que te mantengan en movimiento entre media y una hora al día.
Leotron Complex, además de reducir el cansancio y la fatiga del día a día, favorece tu rendimiento intelectual y cognitivo. Se trata de un complemento alimenticio con jalea real, ginseng (Panax ginseng), 12 vitaminas y 4 minerales. No contiene azúcares ni gluten.
Las vitaminas B2, B5, B6, B12, C y el magnesio ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga. El zinc y el yodo contribuyen a la función cognitiva normal. El magnesio y la vitamina B6 se usan como complejo vitamínico ya que juntos ayudan a disminuir los síntomas de agotamiento; el magnesio en particular contribuye al mantenimiento de los huesos y músculos.
Toma una cápsula al día, preferiblemente en el desayuno en periodos de descanso insuficiente, etapas de sobrecarga laboral o estudio o periodos de mayor exigencia física.
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Recuerda que cualquier tratamiento farmacológico debe ser pautado por un especialista. En caso de cansancio acusado y prolongado consulta con tu médico para descartar otras patologías.